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domingo, 9 de mayo de 2010

La Ciudad Colonial

LA VIDA EN LA CIUDAD COLONIAL

Además del hábitat rural, era en las ciudades donde se desarrollaba la vida colonial.

Aunque en un comienzo las ciudades parecían simples campamentos o algo más que pequeñas aldeas, con el paso de los años fueron creciendo en población, superficie y actividad y cambiando en su aspecto con la introducción de nuevas construcciones y medios de transporte. Las ciudades tenían calles rectas y perpendiculares. Algunas estaban empedradas, pero lo habitual es que fueran de tierra, de manera que cuando hacía calor se levantaban enormes polvaredas y cuando arreciaba la lluvia quedaban convertidas en barriales.



La Plaza de Armas o Plaza Mayor era el centro de la ciudad. A su alrededor se encontraban los edificios de las autoridades de gobierno y el templo principal. Por la plaza circulaban las personas o se reunían para conversar. Allí se escuchaban los pregones, se realizaban los desfiles, las procesiones, las fiestas, los juegos y se concentraba el comercio.


En la plaza funcionaba un mercado donde algunos comerciantes vendían aves, carne, frutas, verduras, leche, queso, mantequilla, cueros, etc. Todos estos productos llegaban desde temprano a la ciudad, transportados por carretas desde las chacras vecinas y las haciendas cercanas.

También se vendían algunos productos artesanales locales como vasijas de greda, tejidos rústicos, ojotas, implementos de madera, etc. Por si fuera poco, comerciantes ambulantes recorrían las calles ofreciendo productos a viva voz.

Por el medio de la calle corrían acequias que venían del río cercano y esta agua se utilizaba para regar los huertos y jardines de las casas cuando no llovía.



La mayoría de la población andaba a pie; algunos lo hacían a caballo, se usaban también carretas y unos pocos contaban con carruajes.


  
LAS CONSTRUCCIONES DE LA CIUDAD COLONIAL

Veamos esto por zonas:

1.- La gran mayoría de las construcciones de la ciudad eran de un solo piso. La frecuencia de temblores y terremotos no hacía conveniente las construcciones de altura.


2.- En la zona central solían ser de muros de adobe con tejas de greda, con un plano rectangular y patios interiores.



3.- En las construcciones de la zona sur predominaban, en cambio, las construcciones de madera.

Algunas casas destinaban un lugar como tiendas (“pulperías” o “bodegones”) y allí:

·        Vendían desde sebo, vino, carbón, leña, charqui y provisiones para el hogar.

·        Artículos importados como telas finas, tabaco, azúcar, papel, objetos de hierro, etc.

El transcurso de las horas del día era señalado por las campanadas de las iglesias.


Prácticamente no se salía de noche: las ciudades coloniales chilenas no contaban con alumbrado público (a excepción de Santiago desde 1795) y las calles eran pobremente iluminadas con velas que se colocaban dentro de faroles que se adosaban a las fachadas de algunas casas.

El cabildo:

Manejaba los asuntos más importantes de la ciudad como el abastecimiento de productos, los precios, las festividades religiosas y la reconstrucción de las ciudades cuando ocurrían calamidades como inundaciones y terremotos.


 CONTINUAR

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